Caserío Fuentesclaras no es una casa rural, ni un hotel rural, ni una posada ni un albergue. Tampoco somos un alojamiento hotelero convencional por mucho que algunos amigos nos llamen hotel con encanto o casa rural de lujo. Aunque tenemos un poco de todo ello, hemos optado por el alojamiento turístico cuyo origen etimológico mejor relación guarda con nuestros principales objetivos de cuidado y dedicación: el huésped y la hospitalidad.

En Fuentesclaras perseguimos la mayor y mejor sensación posible de descanso, confort y disfrute de quienes nos visitan. Tales objetivos inspiran nuestra oferta de habitaciones, servicios y actividades dentro y fuera de la dehesa.

Poco menos de 100 hectáreas para descubrir el silencio a una hora o menos de Madrid, Salamanca, Valladolid o Segovia. En Fuentesclaras disfrutaréis de la belleza de un entorno objetivamente envidiable. Un paseo descubriendo las curiosas formas de los berruecos graníticos, leer debajo de una encina, fotografiar el embalse al atardecer (o por qué no, también pintarlo), avistar variedad de rapaces que sobrevuelan la dehesa, o disfrutar de modo privilegiado de una noche estrellada, harán posible un grado de relajación difícilmente comparable.

A cinco minutos de Ávila en coche o, yendo por caminos rurales, a menos de un cuarto de hora si quieres ir en bicicleta, o solo a un poco más si vas caminando (nuestra mejor recomendación, por cierto), Fuentesclaras es el lugar perfecto desde el que disfrutar de una experiencia integral en Ávila: naturaleza, historia, cultura, religiosidad, gastronomía….